sábado, 7 de mayo de 2011

EL HIMNO...

   Podría ser una copa, labrada en oro con filetes de plata y diamantes engarzados, podría ser dinero, mucho dinero, reconocimiento, por ahí, de alguien importante para uno, un padre, una madre, un hijo, pero no. 
   Los premios son cosas que llegan tarde o temprano cuando uno le da duro a los remos en el barco de la vida y espera sin dejar de remar y espera... a ver que pasa, hasta donde llega el golpe que uno pego... y a veces el golpe nunca vuelve, o uno esta tan distraído que se lo pierde...  cuando menos lo esperas llega, ahí esta... "el premio", hay que estar muy atento porque muchas veces las mayoría no son medallas, ni trofeos, ni tizas de oro, tampoco son propiedad de uno, muchas veces son el resultado de muchas manos, muchos ojos, muchas sonrisas, y también lagrimas. De esa mezcla sale algo un resultado ni tuyo, ni de nadie, quizás de todos... pero vos sabes... logras reconocer tu puntada y que sin esa puntada el poncho no es poncho.
  Por estos días estaba en medio de una merienda con los chicos, en el patio del cole, y ni el alambrado ni la media sombra que separa el patio del hogar con el de la escuela, pudo evitar que me lleve "el premio"... del otro lado, dos muchachos, con dos tarros vacíos, cuatro palos, uno frente al otro organizan una marcha de bombos, en medio de latas escombros en medio de un pasillo que se les hace solitario e inmenso, en medio de la nada misma ellos dos se juntan, se buscan, se organizan, se miran y sonríen, uno canta en su idioma... improvisa un canto diría yo, a la vida misma... un canto que se escucha de acá hasta el cielo, un canto que es un canto de victoria de vida... un canto que es de lucha de esperanza de sangre, de años, de maestros, de miles de manos, de miles de horas, de horas de lucha de horas de fe, de rutinas que se rompen, un canto que es el canto de todos de miles de voces... Un himno un himno de victoria.
   Quien puede suponer que un himno de victoria este hecho con dos tarros cuatro palos, cantado de modo inentendible? pues yo... yo puedo entenderlo, puedo cantarlo puedo sentirlo como un premio...
porque ayer en el patio del hogar pegado al patio de la escuela detrás del alambrado y la media sombra, el Fran y el Favi, dos muchachos ex alumnos con Síndrome de Down, disminuidos visualmente y auditiva-mente del área de severos de trastornos de la personalidad, con un nivel intelectual bajo, huérfanos maltratados, solos, "cantan juntos un himno a la vida".


CONCLUSIONES:


-tengo todo siempre trato de ser feliz?
-en medio de la nada una chispa te ayuda a vivir.
-los premios siempre llegan tarde o temprano hay que saberlos esperar nomas...


MORALEJA:


-es muy dura tu vida? agarra dos palos, un tarro, y llama a un amigo eso cura lo que sea...