miércoles, 29 de octubre de 2008

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE LAS PAPERAS...

Salimos con mi hermano Gustavo a jugar como todos los días, y como todos los días sin rumbo fijo, a veces me pregunto si mis viejos sabían lo que hacíamos, donde estábamos, con quien andábamos, aveces creo que si, otras creo que no... y lo se porque aunque hace treinta años no existía el GPS una vez cuando detectaron donde andábamos, nos buscaron a mi, a mi hermano y a toda la barrita, y nos trajeron a sogazos con la misma soga que jugábamos, desde el fondo del barrio, no se si les extrañó nuestra ausencia por varias horas, o si mi viejo extraño a la soga que utilizaba para atar algún mueble en la chata...otras veces creo que no lo sabían, porque de lo contrario ayer u hoy parece un poco peligroso recorrer en la cincia-tunning-cross cien kilómetros de sierra con nueve o diez años un pedazo de pan, picadillo y un termito de jugo para pasar el día, debo agradecer esto porque acto de inconsciencia paterna o no hoy lo puedo tener en mi lista de asañas personales, lista que de paso hace que haber sido boyscouts o practicar deporte en algún club sea una gilada.
Lo cierto es que salimos con mi hermano a jugar como todos los días, a las tres o cuatro de la tarde, hasta la casa de Juan Pablo, después de los autitos, los lego, y los rastis en su casa, nos fuimos a dar vueltas por ahí caminando, a unas tres cuadras de su casa, nos detuvo una viejita como de ochenta años, para los que conocen, Houssey esquina Reconquista, ahí había una casa también como de ochenta años, toda derruida y tengo el vago recuerdo como quemada por el tizne negro del fuego, también recuerdo el roce de las cortinas como de tiras de algo muy aspero, una vez adentro la viejita empezó a buscar algo que nos quería mostrar, revolvio el lugar hasta que encontró una caja de esas en que las abuelas atesoraban cosas, objetos, recuerdos, hasta que llego a las fotos, fotos muy viejas en zepia, nos empezó hablando del amor, la muerte, los seres queridos, la importancia de cuidar a los otros, en que si esa vez en la que decidió viajar lo hubiese detenido hubiese sido otra historia, a medida que relataba mostraba una foto, el un tipo joven como de treinta años la acompañaba en cada foto que mostraba, ella una mujer joven y hermosa como la de las películas en blanco y negro, el con una sonrisa que hasta hoy recuerdo, nos contó que había sido su novio, que lo amo tanto que después de su muerte se sintió morir, mientras el relato y las fotos pasaban sus ojos recobraban el brillo perdido por los años de soledad, nos contó también su amor por la música tarareando algún tango, la pila de discos lo acreditaban, cuando llego a la ultima foto como quien cierra el libro de la vida, sentencio nuevamente, "si ese día no lo hubiese dejado ir seria otra la historia", mostrando una foto de ella con un tipo con traje y sobretodo despidiéndose, atrás un avión, y cerrando los ojos con lágrimas dijo algo que en ese momento no me significo mucho, yo tenia ocho años, tampoco me marco con respecto a mi amor a la música, pero si quizás con respecto a mi amor al amor, con una voz que parecía haber vuelto del tiempo dijo era mi novio... se llamaba "Carlos", Carlos Gardel...
Al poco tiempo la viejita desaparecio, me gusta pensar que no murio , en mi imaginacion la veo abrazada a un tipo de traje y sombrero sonriente que silva un tango subiendo a un avion rumbo al cielo...

CONCLUSIONES:

1 -escaparse de la mirada de los padres puede ser muy peligroso sobretodo si tenes ocho años y un espíritu de curiosidad aprendizaje y libertad firme, (peligroso para los padres).
2 -en los setenta un chico de ocho o nueve años podía andar solo en la calle durante horas y en cualquier lugar sin que le pasara nada, nada que ver con hoy en día , en esa época solo no tenia que decir nada del "espíritu de libertad".(para que no te pasara nada).
3 - Gardel tuvo una novia?
4 - Si lo de la viejita pasa hoy, lo hubiesemos visto en todos los programas de chusmerio, Rial, Paparazzi, Canosa y Lucho Aviles la hubiesen invitado para hacerla llorar en su programa y ver si estaba embarazada o no de Carlitos, Tinelli la haría patinar por unos mangos en bola en su programa y terminaria trabajando en el teatro de revista con Sofovich.

MORALEJA:
Cuidemos a nuestros amores, uno no sabe si algún día de golpe y raja, se toma un avión para no volver nunca mas, y uno se queda ahí tocando un tango...para peor si termina en bolas en la tele...

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