sábado, 6 de noviembre de 2010

UN POQUITO DE ARROZ...

   Mi abuela murió cuando yo tenia catorce años, era una mujer brava de cabello totalmente blanco le decíamos con cariño "la nona", y era muy buena, una luchadora, peleo contra todo en la vida, la enfermedad, la muerte, la soledad, la pobreza, madre de tres hijas, una falleció de niña, de esas enfermedades de las que se moría antes. A pesar de todo adopto dos hijos mas, mi tío Negro y mi tía Maruja, como si eso fuera poco también eligió adoptar a los dos hijos de mi tía Maruja, mi tío Perico y mi tía Tere, por suerte, porque fueron unos excelentes tíos en mi infancia...
   Aun recuerdo el olor a huevo y cebolla fritos en su cocina, a la panceta caliente con pan, los terrones de azúcar, y el moja nariz haciendo efervescencia en mi cara. Nació en el mil novecientos diez y se fue a los setenta y cuatro la vi morir en la cama de mis viejos de un espasmo pulmonar, fue mi primera y última muerte importante,y su última pelea; ahí aprendí que los hombres lloran, que la peleas se pierden a veces, que la soledad mata, que uno se va solo cuando decide irse, y dejo de respirar y se fue nomas...pero no es de eso de lo que quiero hablar...
   Ella siempre tenia en su mesita de luz una bolsita de tela llena de arroz, yo me percataba de eso pero nunca preguntaba porque nunca hablaba de eso, la bolsita aveces estaba ahí otras veces no, pero era muy curioso,
entonces un día me puse serio y le pregunte que era eso...ella me contesto también muy seria... una bolsita con arroz...era obvio que era un tema del que no le gustaba hablar algo intimo, algo privado, algo doloroso.
   Tejí tantas hipótesis acerca de la bolsita de arroz y no solo era curiosidad mía, también lo seria de mis primos, mis hermanos, todos debíamos pasar por lo mismo, la no pregunta de eso, "de lo que no se hablaba".
   Mi abuela no era una mujer reservada no se andaba con vueltas, lo que había que decir lo decía sin anestesia, lo se porque vi a mas de uno llorar después de sus berrinches y frases...pero en esto tenia al silencio de aliado con la bolsita de arroz no había vueltas solo silencios...
  Pero espere y espere la oportunidad y un día, la agarre con las defensas bajas, sacando la bolsita de su pecho debajo del baton...y no hubo escapatoria a la pregunta, si, mi abuela había sufrido cáncer de mamas y le habían extirpado un pecho quizás ella nunca comprendió, y jamas le dije, cuanto lo sentía y el impacto que causo en mi, por primera vez comprendía la vulnerabilidad de una mujer de hierro...


CONCLUSIONES:


-mueren cuatrocientas mil mujeres al año de cáncer de mama...un simple control  puede evitar la muerte y medio kilo de arroz.
-las cosas de las que "no se habla" siempre es mejor hablarlas.
-en épocas donde los supermercados chinos pululan y cualquier mujer accede a un par de siliconas el cáncer de mamas debería perder la seriedad que tiene.
-mi abuela perdió un pecho mi abuelo perdió una pierna, mi suegro perdió un ojo, mis tíos el habla y el oído, mi tía la virginidad, habría que buscar en "objetos perdidos", al final de la vida...


MORALEJA:


-Nunca hurgues en los cajones de la abuela...
  

No hay comentarios: